¿De fresa, banana o cereza? No estamos hablando de caramelos sino de condones. Hoy en día hay alternativas para todos los gustos, y esto no sólo implica sabores sino también colores, texturas y formas. Todas en busca de brindar más placer a quienes los usan. ¿Y tú, cuál prefieres? Para que puedas elegir mejor y de manera segura, aquí te contamos algunas recomendaciones que debes considerar a la hora de comprar tus condones.
¿Qué es lo que pides en general cuando vas a comprar condones, prefieres que sean de colores, con algún aroma en especial o te preocupa la textura?, ¿lo consultas con tu pareja? o ¿elijes tu solo(a)?
El condón o preservativo es un método anticonceptivo que consiste en una especie de funda, generalmente fabricada con látex o poliuretano, que se coloca sobre el pene para cubrirlo. De ese modo, al eyacular, los espermas y el semen quedan dentro de la funda y no entran en contacto con el cuerpo de la otra persona. Así, si se los usa correctamente, los condones ayudan a evitar el embarazo y el contagio de la mayoría de las enfermedades de transmisión sexual, como el VIH, el VPH (virus del papiloma humano) y la hepatitis, entre otras.
Muchas personas consideran que el uso del condón disminuye el placer, sin embargo, es preferible eso a tener que enfrentar los problemas mayores que pueda causar el tener relaciones sexuales o el sexo sin protección. De todos modos, la industria está desarrollando continuamente nuevas propuestas para que los condones sean casi imperceptibles y ofrezcan las mismas e incluso más sensaciones placenteras durante el acto sexual.
Los hay de colores, sabores y texturas diferentes. En todos los casos, para que puedas elegir y utilizar los condones de manera segura, he aquí algunas recomendaciones que debes considerar cuando piensas en el modelo ideal para ti y para tu pareja:
- Asegúrate de que los condones estén disponibles y ubicados en un lugar conveniente, ya que si no se tienes acceso rápido a ellos en el momento en que los necesites, puedes tentarte a tener sexo sin condón.
- Guarda los condones en lugares frescos y secos, que estén fuera de la luz solar.
- No guardes los condones dentro de la billetera por mucho tiempo, ya que la fricción que se produce al abrirla y cerrarla y al caminar (si la billetera se lleva en el bolsillo) puede hacer que se formen pequeños orificios (perforaciones, agujeros) en el condón. De todos modos, si no tienes otra alternativa, es preferible usar un condón que ha estado mucho tiempo en tu billetera que no usar ninguno en absoluto.
- Corrobora la fecha de vencimiento. Si ya ha pasado, reemplaza el preservativo por uno en vigencia.
- No utilices condones frágiles, pegajosos o descoloridos, debido a que estos son signos de que están envejecidos y, por eso, tienen más probabilidades de romperse.
- Tampoco utilices condones que tengan su empaque dañado, ya que también puede estar dañado.
- No reutilices los condones: utiliza uno distinto para cambiar entre sexo anal y vaginal o viceversa.
- Si usas condones de látex, utiliza lubricantes a base de agua y no de petróleo, como la vaselina.
- Algunos condones están hechos con piel de cordero pero ofrecen menos protección contra las enfermedades de transmisión sexual, por eso no se recomienda su uso si este es el objetivo.
- Si eres alérgico al látex, puedes elegir los preservativos sintéticos, hechos con poliuretano, que son similares y pueden ser utilizados con lubricantes a base de agua o aceite, aunque no se ha probado que ofrezcan la misma protección contra las enfermedades de transmisión sexual como los de látex.
- Evita los condones con espermicida ya que duran menos tiempo. Además, pueden causar irritación y facilitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual.
- Si tienes eyaculación precoz, prueba alguna marca que ofrezca condones anestésicos, que están recubiertos con un compuesto denominado benzocaína, que disminuye levemente la sensibilidad de la piel y te ayuda a prevenir este “inconveniente”.
- Si sientes que el condón se rompe durante la relación sexual, suspéndela inmediatamente y ponte uno nuevo (no es necesario que eyacules y que ocurra un embarazo o que se transmita alguna enfermedad).
- Si no te das cuenta y eyaculas con un condón roto, ayuda a tu pareja a introducirse espuma o jalea espermicida, para reducir el riesgo de embarazo o de transmisión de alguna enfermedad. También puedes consultar con un médico o un farmacéutico sobre la posibilidad de tomar algún anticonceptivo de emergencia (“píldora del día siguiente”).
Tomando en cuenta todas estas sugerencias, busca el color, el sabor y la textura que más te guste, y no te olvides de llevar un condón siempre contigo: nunca se sabe cuándo puedes necesitar uno, y lo importante es que esté allí en ese momento. Porque, como dice el refrán: “cuidarse es quererse”.
Ultima revisión: 2017
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